Esa será la impronta que impulsará del Ingeniero Agrónomo Fernando Hilario Caetano, candidato a Vocal Titular en la lista de Eduardo Aquindo, si consigue ganar las elecciones del Colegio de Ingenieros Distrito II. Sumar su granito de arena y ayudar a que el Colegio de Ingenieros siga creciendo.

“Uno esperaba que el colegio lo llamara y dijera lo que uno tenía que hacer. Pero fueron pasando los años, uno se preocupaba por trabajar y no por todo lo que involucra ser Ingeniero. Entonces, este año tomé la iniciativa de participar y estar en el medio de donde se trabajan las cosas. Ahí surgió la posibilidad de ingresar al equipo de Aquindo, porque andaban buscando gente nueva”, fue en ese marco que Caetano se sumó a la Lista Blanca n1 Integración.

Quien forma parte de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Balcarce aceptó porque “pretendo ser el nexo entre mi ciudad y Mar del Plata. Tratar de buscar un vínculo mucho más directo y tratar de resolver todas las problemáticas de todos los ingenieros, especialmente los agrónomos porque es mi ámbito. Acercarlos al Colegio para poder solucionar todo inconveniente que exista”.

En común correlato con otras voces, le preocupa que el número de matriculados sea bajo. También el tema de los contratos. Al respecto, habló del segundo ítem y manifestó que “los tiempos que se manejan son muy cortos o muy sobre la marcha. Como es tanta la velocidad y el requerimiento del servicio profesional normalmente el trabajo se lleva a la informalidad”.

Con un sentido crítico, analizó la realidad del Ingeniero Agrónomo. Le atribuyó buena parte de la responsabilidad a los graduados no matriculados. “Hoy cualquiera hace una recomendación, un diagnostico, pero como no hay responsabilidades de trabajo cualquier estudiante avanzado lo hace. Es un campo muy abierto como para que gente que no está matriculada pueda trabajar como ingeniero”, relató.

Ahí englobó los dos conceptos anteriores y sintetizó su opinión: “Es un círculo vicioso que está inculcado hace muchísimos años. Para acabar con eso tendríamos que aumentar los beneficios para los matriculados y mejorar los controles suficientes y necesarios para que todos lo sean de una buena vez”.

Para luego sumarle que “es una competencia despareja hasta ahí nomás, porque los honorarios que se terminan cobrando son los mismos. La única diferencia es que quien contrata el trabajo, si lo hace con un profesional sabrá que tiene cierta responsabilidad en lo realizado”.

De lleno en el ámbito educativo, Caetano fue claro y conciso en su parecer. “Década a década se van achicando los planes de estudios y los tiempos se van acortando. Entonces, muchas de las cosas que hace 20 años atrás eran obligatorias, pasaron a ser optativas hace 10 y ahora capaz que no están en la currícula. Eso genera una realidad productivista o apuntada a trabajar a un sector determinado, como las grandes empresas, donde quedan relegadas las necesidades de las pequeñas y medianas. El problema es cuando los graduados salen a la calle, ahí sienten el golpe”, disparó.

Quien trabaja con productores chicos, en el final de la nota expresó que “falta formación para que todos se puedan adoptar a la situación que se encuentra en determinado momento”, como que también que “bregaré para que los ingenieros tengan la misma jerarquía que un abogado, un contador o un médico. Tenemos la misma responsablidad profesional para estar a la altura de esas profesiones”.

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